Unpacking the Myths and Truths About Dietary Fiber

Descifrando los mitos y las verdades sobre la fibra dietética

1. ¿Qué es la fibra?

La fibra es un subconjunto de los carbohidratos, específicamente de los polisacáridos no digeribles. Se presenta en dos formas:

Fibra soluble : Se disuelve o se hincha en agua (por ejemplo, frijoles, avena).

Fibra insoluble : No se disuelve (por ejemplo, el salvado).

Ambos tipos terminan en el inodoro, lo que plantea interrogantes sobre su necesidad.

2. ¿Necesitamos fibra?

Los carbohidratos, incluida la fibra, son No son nutrientes esenciales . El cuerpo puede funcionar sin ellos si se consumen suficientes grasas y proteínas.

Las Guías Alimentarias de EE. UU. 2015-2020 confirman que la fibra es No es esencial , pero sigue siendo un foco de recomendaciones de salud pública.

3. Los orígenes del mito de la fibra

La creencia en los beneficios de la fibra proviene de personajes históricos con motivos cuestionables:

Sylvester Graham : Promovió dietas basadas en plantas para frenar los "pensamientos impuros" y la masturbación.

Elena G. de White : Fundadora del movimiento Adventista del Séptimo Día, abogó por dietas basadas en plantas para prevenir la "maldad".

John Harvey Kellogg : Creía que la fibra purgaba el cuerpo del pecado y promovía cereales como Corn Flakes.

Denis Burkitt : Observó tasas más bajas de enfermedades no transmisibles en dietas africanas ricas en fibra, lo que le valió el apodo de "Hombre de la Fibra".

4. La falta de evidencia

A pesar de las recomendaciones generalizadas, hay No hay evidencia sólida Apoyando los beneficios de la fibra:

El Diet and Reinfarction Trial (1989) , el único ensayo controlado aleatorio a gran escala sobre la fibra, no mostró beneficios significativos para la salud e incluso sugirió un daño potencial.

Reseñas Cochrane No se encontraron pruebas suficientes para apoyar el papel de la fibra en la prevención de enfermedades cardiovasculares o diabetes.

Los estudios epidemiológicos a menudo confunden correlación con causalidad y no tienen en cuenta los factores de confusión relacionados con el estilo de vida saludable.

5. Las pautas de la fibra

Las directrices actuales recomiendan 14 gramos de fibra por cada 1.000 calorías , pero estos objetivos son no basado en evidencia

Para alcanzar 30 gramos de fibra al día, a menudo es necesario consumir alimentos con un alto contenido de carbohidratos y azúcar, como copos de salvado, frijoles horneados y plátanos, que pueden no estar alineados con los objetivos generales de salud.

6. Los mecanismos: ¿son válidos?

Las afirmaciones más comunes sobre los beneficios de la fibra incluyen:

Retarda la absorción de glucosa (esto es cierto en el caso de los cereales refinados, pero no en comparación con la carne, el pescado, los huevos o los productos lácteos).

Reducir el colesterol (posible, pero no necesariamente beneficioso para el riesgo de enfermedades cardíacas o de cáncer).

Promover la pérdida de peso (evidencia débil, a menudo basada en comparaciones como manzanas versus jugo de manzana).

Alimentar el microbioma intestinal (es importante, pero la fibra no es la única forma de favorecer la salud intestinal).

7. La alternativa baja en carbohidratos

Una dieta baja en carbohidratos puede proporcionar suficiente fibra a través de alimentos ricos en nutrientes y bajos en carbohidratos, como semillas de lino, verduras y nueces.

Una dieta baja en carbohidratos puede lograr 31 gramos de fibra con solo 43 gramos de carbohidratos , superando las dietas ricas en carbohidratos y fibra en términos de densidad de nutrientes y contenido de azúcar.

8. El resultado final

La fibra es no es esencial y la evidencia que respalda sus beneficios para la salud es débil.

Las recomendaciones de salud pública a menudo promueven dietas ricas en carbohidratos y fibra, mientras que critican injustamente las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas.

Una dieta baja en carbohidratos bien formulada puede proporcionar suficiente fibra sin los inconvenientes del exceso de carbohidratos y azúcar.


Puntos clave

La creencia en la necesidad de la fibra tiene sus raíces en influencias históricas y culturales más que en evidencia científica sólida.

Una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas puede ser rica en fibra y rica en nutrientes, ofreciendo una alternativa más saludable a las recomendaciones convencionales altas en carbohidratos.

Al debatir sobre la fibra con profesionales de la salud, céntrese en la falta de evidencia y en los beneficios de los alimentos integrales y reales frente a las opciones procesadas con alto contenido de carbohidratos.


Esto nos reta a repensar el dogma dietético y a priorizar la nutrición basada en la evidencia. Tanto si eres un entusiasta de la fibra como si eres escéptico, el debate ofrece valiosas perspectivas sobre la complejidad de las recomendaciones dietéticas y la importancia del pensamiento crítico en la ciencia de la nutrición.

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